En los últimos años hemos recurrido mucho a las nuevas tecnologías para solucionar nuestros problemas, ya sean personales, de la naturaleza... Sin embargo son pocas las veces en las que nos paramos a pensar en los pros y en los contras. Sí, puede que sea más fácil ahora, pero también es cierto que nos traen más problemas.
Un ejemplo serían los pesticidas que cada vez más frecuentemente usan los agricultores. Por un lado es un modo más eficaz de acabar con las plagas que afectan a los cultivos, pero por otro no debemos olvidar que son productos químicos y que realmente no conocemos. Ya ha pasado que esos se filtran en las plantas y alimentos que después injerimos, pero no nos damos cuenta.
Creo que estamos abusando mucho de los productos, cuando perfectamente podríamos usar métodos tradicionales que, a pesar de ser más costosos, a la larga podrán ser más seguros.